domingo, 16 de febrero de 2020

Más de un año después

Hace más de un año que hice la última entrada. Mucho ha evolucionado este espacio desde que lo abrí hace casi diez años.

Siempre he sentido la necesidad de escribir cuando en mi vida han pasado cosas o muy buenas o muy malas, ha sido siempre una terapia, la escritura. Así ocurrió en el verano de 2010, un cambio de vida que necesité, en parte, poner negro sobre blanco.

Este blog también sirvió para divertirme, mucho. Con la serie "Pensamientos Inconexos" daba salida a disparates, o no, que fluían en mi mente. Disparates muchas veces divertidos que me ayudaban a sobrellevar un trabajo que se estaba convirtiendo en atenazante, claustrofóbico y terriblemente frustrante. Me ganaba la vida, desde luego, pero ¿A qué precio? Así que este blog vino, una vez más, al rescate. Como evasión, como divertimento, como puro placer.

Luego cambié de trabajo, para mí, cambié al mejor trabajo del mundo. Un trabajo para el que tengo vocación. Eso modificó de nuevo el rumbo de este espacio. Empecé a meter más fotos, más aventuras, más alegría y colorido.

Acontecimientos de mi vida quedaron fuera del blog, de manera intencionada. Mi relación con Gema, el nacimiento de nuestra hija. Eso queda en la estricta intimidad familiar, como mucho, los toco de pasada.

Tengo el propósito de retomar la escritura regular. No sé muy bien con qué frecuencia, tampoco tiene sentido escribir por escribir. Pero sí que me apetece volver a tener una cadencia superior a la entrada que cada muchos meses estaba haciendo hasta ahora. Aunque escribo para mí, me gusta que os guste a parte de vosotros. Un abrazo, nos vemos en el camino.


Foto tomada por mí este mes de enero. La Azohía.


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