sábado, 15 de noviembre de 2014

La pareja condenada a sentarse en el banco roto. Por José Martí Gómez.

Ella y él, jóvenes solitarios, coincidieron una tarde sentados en un banco que tenía una pata rota.

Siguieron viéndose tardes sucesivas hasta que un día decidieron irse a vivir juntos. Como recuerdo de su amor se llevaron a casa el banco. Lo arreglaron y lo repintaron de tonos claros.

Un vecino les denunció por el hurto. "Nos lo llevamos porque nos daba pena dejarlo solo. En el banco roto sólo nos sentábamos nosotros", dijo la pareja en el juicio.

El juez les condenó a devolver el banco a la plaza, les animó a sentarse en él por las tardes y les deseó que siguiesen siendo felices.

Hay historias de amor como la de los Amantes de Teruel que acaban en tragedia. Pero también se dan historias de amor sencillas y tiernas.

https://www.youtube.com/watch?v=MNboVRatIOw


domingo, 26 de octubre de 2014

Subida a La Sagra. 19 de octubre de 2014

La Sagra es un pico solitario e imponente que se encuentra en Granada, muy cerca de La Puebla de Don Fadrique. Se accede por la Autovía del Noroeste, pasada Caravaca de la Cruz, el pueblo todavía murciano de Cañada de la Cruz y entrando en Granada por Almaciles llegamos a La Puebla.

Una vez allí, cogemos la carretera a Los Collados de la Sagra y tras doce km. por una carretera sinuosa y con un entorno precioso llegamos al Restaurante Collados de La Sagra. Allí dejamos el vehículo e iniciamos la ascensión, pasando antes por la puerta del Observatorio de La Sagra.

A La Sagra se le puede atacar por varias vías.

En esta ascensión, que es mi primera ascensión a pesar de que he estado por la zona muchas veces y desde hace años acampando incluso, la hicimos por la cara este. Esa cara tiene como primer objetivo el Collado de las Víboras (a más de 1.800 metros de altitud), al que se accede desde la umbría de la zona norte desviándose hacia el este, una vez allí, se asciende por lo que se conoce por los Contrafuertes de La Sagra hasta llegar al Morro de las Zamarrillas (a más de 2.000 metros). Desde allí se hace el último esfuerzo hasta la cumbre, a 2.343 metros.

Otra vía de ascenso es el embudo, en plena cara norte, menos largo pero con más desnivel y un terreno más peligroso para el ascenso. Y una tercera vía es el bosque vertical, por la cara oeste. Es la más difícil por longitud total y desnivel acumulado.

La Sagra tiene algo mágico, está en tierra de duendes y eso se nota. En el grupo iba gente que había subido La Sagra más de siete veces y todos los años intentaba volver a ascender. Así que si todo va bien, volveré el próximo año.

Voy con las fotos y breve explicación:

Siempre que se prepara la mochila la emoción familiar, cálida y excitante aparece




Llegando a Collados de La Sagra desde La Puebla de Don Fadrique. Se ve La Sagra y los colores otoñales del olmos y nogales, entre otros.




A las 08:30 horas dejamos el autobús en el restaurante Collados de La Sagra. Ahí empieza la ascensión, pasando por la puerta del observatorio de La Sagra, muy importante a nivel europeo.







Como he comentado al principio, la ascensión la realizamos por la cara este. El primer objetivo es alcanzar el Collado de las Víboras (1.852 metros de altitud), pasando por la umbría de la montaña y apoyándonos en lo que se conoce como los contrafuertes de La Sagra.









Una vez tomado algo sólido y descansado unos minutos en el Collado de las Víboras, continuamos por los Contrafuertes hacia el Morro de las Zamarrillas (2.010 metros):







Se pueden ver los colores del otoño en el valle





A partir del Morro de las Zamarrillas atacamos la cumbre. El último esfuerzo:






Francisco manteniendo el buen ánimo:




Si os fijáis, se ven personas en mitad de la foto:



El último tirón:




Visión del embudo desde arriba:





La cumbre a tiro de piedra:


Cumbre, 2343 metros. La gente que ha subido varias veces, me comentó que es rarísimo que hiciese esa temperatura y ese clima en la cumbre. Totalmente despejado, con viento pero sin ser incómodo, una visión panorámica espectacular y una temperatura muy cómoda, nada de frío.




Francisco, Ana y yo:



El descenso lo realizamos por un camino diferente, por la Pedrera y el Embudo. Tuvimos que llevar cuidado, pues es un descenso que requiere mucha concentración al ser muy muy irregular:





 Miramos La Sagra una vez abajo ya con menos impresión, con la sensación de conquista pero con mucho respeto. Es una montaña peligrosa, arriba pudimos ver varias placas in memoriam de gente que dejó su vida en ella. En un día como el de hoy la montaña es amable y se deja subir, pero un entorno de alta montaña como éste es en muchas ocasiones hostil e implacable. 

Una vez bajamos, toca la comida y la cerveza.

La organización de NaturArchena tuvo el detalle con los que subimos por primera vez La Sagra de darnos un recuerdo. Excelente día, compañía y organización de la excursión.




miércoles, 3 de septiembre de 2014

Segura de la Sierra

Dos meses y medio sin escribir es bastante tiempo, más del que me gustaría. Las obligaciones del trabajo y un puñetero problema con mi ordenador han sido los culpables. Ya tenía una necesidad agobiante de escribir algo.

El fin de semana del 23-24 de agosto estuvimos en Segura de la Sierra. Un pueblo de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas con una historia milenaria. Orospeda para los griegos, Secura para los romanos y Shaqüra para los musulmanes.

A las siete de la mañana del sábado 23 salimos en dirección al Noroeste murciano. Pasada Caravaca de la Cruz y dejando atrás Cañada de la Cruz, entramos en la provincia de Granada y llegamos a la Puebla de Don Fadrique. Una vez aquí, tenemos dos opciones para ir a Santiago de la Espada (provincia de Jaén):

- La primera opción es ir dirección Collados de la Sagra. Una carretera tortuosa y de muy alta montaña que bordea La Sagra casi por completo, llegando al Puerto de la Losa por el que se pasa a más de 1.800 metros y por la puerta del Observatorio Astronómico La Sagra. Las vistas son espectaculares, pero hay que llevar mucho cuidado, es una carretera comprometida y mal conservada. A la vuelta echamos por aquí.

- La segunda opción es algo menos espectacular pero más segura. Sería pasando por el Puerto del Pinar. A la ida es por donde fuimos. Menos impresionante pero también muy bonito. La Sagra también está presente en el recorrido. Yo siempre la había visto con nieve y me resultó curioso verla completamente descubierta.

Foto del paso por el por el Puerto del Pinar.



Una vez pasado el puerto, llegamos a Santiago de la Espada. Un pueblo a 1.200 metros de altitud y que ya pertenece a Jaén. Me gusta mucho el cuadrado mágico que hay entre Murcia, Granada, Jaén y Albacete; cuadrado que recoge la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Es, sin duda, tierra de duendes.










Breve parada y continuamos hacia Pontones, un pueblecillo pequeño encajado en una garganta, a 1.340 metros de altitud, por el que pasa un río, nuestro río Segura, por la mitad del pueblo y en el que hicimos más de dos horas de senderismo el domingo a la vuelta.

Sin parar en Pontones, pues la visitamos a la vuelta el domingo, seguimos hacia Hornos del Segura, tampoco nos paramos ya que lo visitamos también al día siguiente. Finalmente, a las doce del medio día del sábado y unos 240 km recorridos llegamos a Segura de la Sierra.

Vista del pueblo Segura de la Sierra desde un mirador próximo (1.150 metros de altitud):



El pueblo es de cuento. He visitado bastantes pueblos de serranía, de montaña y hasta de alta montaña. El único que se le puede equiparar, que yo conozca, es Torla, en el Valle de Ordesa.

Además, nuestra habitación, en los apartamentos La Mesa Segureña, No pudo estar mejor. Totalmente recomendable. Habitación mona, limpia y con vistas al Yelmo, el pico más alto de los alrededores con 1.808 metros. Donde se celebra anualmente el Festival Internacional del Aire "El Yelmo".






Una vez instalados, a tomar el aperitivo, primera toma de contacto con el pueblo y a comer. La verdad es que la temperatura era mucho más baja que tenemos en el horno murciano. Estuvimos todo el fin de semana con una máxima de 28 y una mínima de 13 grados. Así que nos permitimos una comida potente serrana:




Una vez satisfechos de viandas, cerveza y vino, decidimos descansar una hora antes de sacarle partido al pueblo. Me preguntaba yo dónde irían estos peldaños...




Iniciamos la tarde visitando la iglesia parroquial Ntra. Sra. Collado










Continuamos por el Ayuntamiento y la puerta principal del pueblo, Puerta Nueva y la estatua a Jorge Manrique, su personaje más conocido:





Y comenzamos la subida a la parte más alta del pueblo, en dirección al castillo, pasando por la plaza de toros, que como curiosidad es rectangular y está tallada en la piedra caliza:


























Después de que nos quedásemos encerrados en la torre del homenaje por retrasarnos a la hora de salir del castillo y rogar que nos abriesen el portón y nos dejasen salir, bajamos al pueblo y descubrimos en una terrazita con un quitiquio en la mano que la vida, en ocasiones, se torna insoportable:





Una vez recuperados, visitamos los baños árabes (antes baños romanos) y la Iglesia de los Jesuitas: 









Y ya, para terminar la jornada, una buena cena a base de cordero segureño y último paseo por las calles del pueblo:







Noche de dormir fresco y amanecer con vistas increíbles. Desayuno y despedida de este pueblo tan especial, camino a Hornos del Segura y el Embalse del Tranco:











Hornos del Segura es un pueblo muy cercano a Segura de la Sierra. En uno de los ramales del Embalse del Tranco y con un castillo también muy bonito, en él se hacen visitas nocturnas con observación astronómica incluida.













Comimos rápidamente y de Hornos del Segura fuimos a Pontones. Allí tomamos un café e hicimos una ruta de un par de horas y a unos 1.500 - 1.600 metros de altura hasta el nacimiento del Segura y vuelta. La ruta chula, el nacimiento una decepción. Una pocilla que han dado en llamar Nacimiento del Segura, pero creo que tiene el nombre puesto por encima de sus posibilidades. La zona es dónde nace el río Segura, sin duda, pero el punto concreto que indican es más un reclamo turístico que otra cosa. Aún así, la ruta por el GR 247 Bosques del Sur mereció la pena.














Y ya, de vuelta, como dije al principio de esta entrada, en vez de volver por el puerto del Pinar, volvimos por la Losa y Collados de la Sagra, una carretera de altísima montaña (casi 1.800 metros), en muy malas condiciones, sinuosa y llena de paisajes espectaculares, siempre teniendo como referencia La Sagra y pasando por el Observatorio Astronómico de la Sagra. Conseguimos pasar el puerto antes de que se ocultase el sol, menos mal... Además, así pudimos ver La Sagra al atardecer.



Creo que NO se puede hacer más en dos días. Cansados pero felices de vuelta a casa desde la Puebla de Don Fadrique dejando a nuestra espalda el camino andado.

Os dejo con Alegría. Cuidaos mucho y sed responsables pero relativizándolo todo, que morirse es un instante. Nos vemos en el camino.

https://www.youtube.com/watch?v=XTe-mGYNbpg