El fin de semana del 23-24 de agosto estuvimos en Segura de la Sierra. Un pueblo de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas con una historia milenaria. Orospeda para los griegos, Secura para los romanos y Shaqüra para los musulmanes.
A las siete de la mañana del sábado 23 salimos en dirección al Noroeste murciano. Pasada Caravaca de la Cruz y dejando atrás Cañada de la Cruz, entramos en la provincia de Granada y llegamos a la Puebla de Don Fadrique. Una vez aquí, tenemos dos opciones para ir a Santiago de la Espada (provincia de Jaén):
- La primera opción es ir dirección Collados de la Sagra. Una carretera tortuosa y de muy alta montaña que bordea La Sagra casi por completo, llegando al Puerto de la Losa por el que se pasa a más de 1.800 metros y por la puerta del Observatorio Astronómico La Sagra. Las vistas son espectaculares, pero hay que llevar mucho cuidado, es una carretera comprometida y mal conservada. A la vuelta echamos por aquí.
- La segunda opción es algo menos espectacular pero más segura. Sería pasando por el Puerto del Pinar. A la ida es por donde fuimos. Menos impresionante pero también muy bonito. La Sagra también está presente en el recorrido. Yo siempre la había visto con nieve y me resultó curioso verla completamente descubierta.
Foto del paso por el por el Puerto del Pinar.
Una vez pasado el puerto, llegamos a Santiago de la Espada. Un pueblo a 1.200 metros de altitud y que ya pertenece a Jaén. Me gusta mucho el cuadrado mágico que hay entre Murcia, Granada, Jaén y Albacete; cuadrado que recoge la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Es, sin duda, tierra de duendes.
Breve parada y continuamos hacia Pontones, un pueblecillo pequeño encajado en una garganta, a 1.340 metros de altitud, por el que pasa un río, nuestro río Segura, por la mitad del pueblo y en el que hicimos más de dos horas de senderismo el domingo a la vuelta.
Sin parar en Pontones, pues la visitamos a la vuelta el domingo, seguimos hacia Hornos del Segura, tampoco nos paramos ya que lo visitamos también al día siguiente. Finalmente, a las doce del medio día del sábado y unos 240 km recorridos llegamos a Segura de la Sierra.
Vista del pueblo Segura de la Sierra desde un mirador próximo (1.150 metros de altitud):
El pueblo es de cuento. He visitado bastantes pueblos de serranía, de montaña y hasta de alta montaña. El único que se le puede equiparar, que yo conozca, es Torla, en el Valle de Ordesa.
Además, nuestra habitación, en los apartamentos La Mesa Segureña, No pudo estar mejor. Totalmente recomendable. Habitación mona, limpia y con vistas al Yelmo, el pico más alto de los alrededores con 1.808 metros. Donde se celebra anualmente el Festival Internacional del Aire "El Yelmo".
Una vez instalados, a tomar el aperitivo, primera toma de contacto con el pueblo y a comer. La verdad es que la temperatura era mucho más baja que tenemos en el horno murciano. Estuvimos todo el fin de semana con una máxima de 28 y una mínima de 13 grados. Así que nos permitimos una comida potente serrana:
Una vez satisfechos de viandas, cerveza y vino, decidimos descansar una hora antes de sacarle partido al pueblo. Me preguntaba yo dónde irían estos peldaños...
Iniciamos la tarde visitando la iglesia parroquial Ntra. Sra. Collado
Continuamos por el Ayuntamiento y la puerta principal del pueblo, Puerta Nueva y la estatua a Jorge Manrique, su personaje más conocido:
Y comenzamos la subida a la parte más alta del pueblo, en dirección al castillo, pasando por la plaza de toros, que como curiosidad es rectangular y está tallada en la piedra caliza:
Después de que nos quedásemos encerrados en la torre del homenaje por retrasarnos a la hora de salir del castillo y rogar que nos abriesen el portón y nos dejasen salir, bajamos al pueblo y descubrimos en una terrazita con un quitiquio en la mano que la vida, en ocasiones, se torna insoportable:
Una vez recuperados, visitamos los baños árabes (antes baños romanos) y la Iglesia de los Jesuitas:
Y ya, para terminar la jornada, una buena cena a base de cordero segureño y último paseo por las calles del pueblo:
Noche de dormir fresco y amanecer con vistas increíbles. Desayuno y despedida de este pueblo tan especial, camino a Hornos del Segura y el Embalse del Tranco:
Hornos del Segura es un pueblo muy cercano a Segura de la Sierra. En uno de los ramales del Embalse del Tranco y con un castillo también muy bonito, en él se hacen visitas nocturnas con observación astronómica incluida.
Comimos rápidamente y de Hornos del Segura fuimos a Pontones. Allí tomamos un café e hicimos una ruta de un par de horas y a unos 1.500 - 1.600 metros de altura hasta el nacimiento del Segura y vuelta. La ruta chula, el nacimiento una decepción. Una pocilla que han dado en llamar Nacimiento del Segura, pero creo que tiene el nombre puesto por encima de sus posibilidades. La zona es dónde nace el río Segura, sin duda, pero el punto concreto que indican es más un reclamo turístico que otra cosa. Aún así, la ruta por el GR 247 Bosques del Sur mereció la pena.
Y ya, de vuelta, como dije al principio de esta entrada, en vez de volver por el puerto del Pinar, volvimos por la Losa y Collados de la Sagra, una carretera de altísima montaña (casi 1.800 metros), en muy malas condiciones, sinuosa y llena de paisajes espectaculares, siempre teniendo como referencia La Sagra y pasando por el Observatorio Astronómico de la Sagra. Conseguimos pasar el puerto antes de que se ocultase el sol, menos mal... Además, así pudimos ver La Sagra al atardecer.
Creo que NO se puede hacer más en dos días. Cansados pero felices de vuelta a casa desde la Puebla de Don Fadrique dejando a nuestra espalda el camino andado.
Os dejo con Alegría. Cuidaos mucho y sed responsables pero relativizándolo todo, que morirse es un instante. Nos vemos en el camino.
https://www.youtube.com/watch?v=XTe-mGYNbpg
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