domingo, 13 de marzo de 2011

Media Maratón de Murcia, edición XXXII

* Esta mañana ha sido la Media Maratón de Murcia. Una carrera preciosa para mí y disfrutada al máximo. Hay carreras en las que tienes malas sensaciones desde que te levantas, horas antes de empezar a correr y hay otras, como ésta, en las que las sensaciones son buenas desde el principio.

* La mañana ha empezado con un café con leche bien cargado y dos donuts blancos (azúcar en vena). Sólo en días de media me puedo permitir el lujo de comer todo lo que me da la gana (son casi las siete de la tarde y le he metido mano a otro donut para merendar). ¡¡Un gusto!! El día ha amanecido con sol y no demasiado frío.

* Una vez en el pabellón de deportes del Infante, recogida del dorsal y a calentar. El ambiente es uno de los grandes incentivos en estas pruebas. Vas saludando a gente con la que has coincidido durante años y que, en muchas ocasiones, ni conoces el nombre. Las trincheras unen a la gente. Esa es una constante en el deporte, por eso tiene tanta magia. Ya sean corredores populares, judokas o cualquier otro deportista. Todos sudamos por los mismos poros y tenemos parecidas sensaciones que van desde el dolor a la superación a la satisfacción, incluso a la decepción.

* Y se da la salida, a las diez en punto. El circuíto por el centro de la ciudad. La carrera ha estado llena de situaciones que la han hecho más que entretenida.

- A los dos kilómetros hemos cruzado uno de los puentes del río. Pues bien, a mitad del puente, empiezo a notar un ligero mareo y una descoordinación de la zancada... me he asustado. Primer pensamiento, automático, como un rayo: "¡¡¡La hostia puta, me está pasando algo, tengo que parar, tengo que parar!!!!", inmediatamente he pensado "Es imposible, sólo llevo dos kilómetros, los desplomes de los corredores suceden a partir del kilómetro 15". Al salir del puente, todos los corredores a mi alrededor llevábamos la misma cara de susto, hasta que nos hemos percatado de que era el puto puente que se movía por la gente y el viento que soplaba. Os puedo asegurar que nos hemos asustado. Ha sido un tema a comentar durante toda la carrera. La cuestión no es baladí, hace dos años cayó fulminado por muerte súbita el director de la prisión de Sangonera en la Media de Santa Pola y todos los años suceden accidentes parecidos.

- Continuando con la prueba, me percato que voy codo a codo con el Alcalde Cámara y sus escoltas. Acosado de cerca por los funcionarios en pie de guerra que participaban también en la prueba. Se conserva bien el tipo, corre estiloso y a buen paso. Los funcionarios en pie de guerra tampoco eran cojos, han estado coreando consignas toda la carrera.

- Por primera vez en una media había un globo que marcaba el ritmo de 2 horas 01 minutos. En las que he corrido hasta ahora había globos de una hora y media y una hora y cuarenta minutos, pero nunca un globo de ritmo de dos horas. Ha venido de lujo, porque me he pegado a rueda de ellos y no he tenido que preocuparme de controlar mi cronómetro a cada kilómetro.

- También me he cruzado con Salvador Marín, consejero de universidad, empresa e investigación. Profesor mío de la Facultad de Economía y Empresa hace años. Ha pasado completamente desapercibido para los aguerridos funcionarios en pie de guerra, pero yo sí lo he reconocido. Antes de que se quedase rezagado del globo de dos horas, le he tendido la mano y le he dicho "ánimo profe". Me ha dado las gracias efusivamente. Se le veía madurito, por lo rojo que iba, digo.

- Y lo que pasa, a partir del kilómetro 15, concretamente en el 16, un militar de la III Bandera Paracaidista Ortiz de Zárate, delante de mi grupo, se ha desplomado. Impresiona porque no es que den traspies y luego caigan poniendo las manos o algo así, NO, es que caen a plomo. Habrá sido una lipotimia, porque si no ha dicho nada la radio ya, es que todo ha sido un susto. Enseguida policía local y una UME echando leches hacia el accidentado. Muy bien la organización, la verdad.

* En el kilómetro 17, cuando me he visto con fuerzas suficientes y suficientemente cerca de meta paro NO correr el riesgo de petar, he dejado atrás al grupo del globo y acelerando el paso he llegado en dos horas, cero minutos, veinte segundos. Creo que mi tiempo oficial estará por debajo de las dos horas porque desde que han dado la salida hasta que he pisado la alfombra que marca tu tiempo con el chip que llevas en las cordoneras han pasado entre 45 segundos y un minuto. Mañana cuelgan los tiempos oficiales.

* A los del globo de las dos horas se les ha pegado el arroz, porque han entrado en dos horas casi cinco minutos.

* Y por último, la cerveza que te tomas en la zona de recuperación sabe como ninguna.


2 comentarios:

  1. Estás hecho un deportista nato. Lo único malo de la carrera de hoy ha sido que te perdiste las cervezas de anoche. Jajaja. Un abrazo.

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  2. Hola Manuel!!! Bien es verdad, eso habrá que solucionarlo cuanto antes. Un abrazo.

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