martes, 14 de junio de 2011

Apuntes de un fumador que NO fuma (más de una semana)

* Los mareos son menos frecuentes, al igual que el "craving", término anglosajón para definir las ganas irrefrenables de fumar provocado por el síndrome de abstinencia de la nicotina y que suele durar de 30 segundos a un minuto (varias veces al día) durante un periodo de dos semanas (aprox) desde que se deja el tabaco.

* Pasé la prueba del sábado noche, llegando con el sol en alto al hotel y sin un solo cigarro fumado.

* He recuperado mi olfato por completo, parezco un perrillo oliéndolo todo.

* NO he cogido ni un gramo de peso.

* NO se me ha puesto demasiada mala hostia.

* La vieja trampa: la negociación. "Venga hombre, si son cuatro o cinco al día, los que realmente disfrutas. Después del desayuno, con el café de las once, el de después de comer, a media tarde y después de cenar... te lo mereces".

* La consecuencia. Acabas incrementando el consumo más allá de los diez diarios y en aumento. En noches de fiesta te terminas fumando la vida. Luego, corriendo y haciendo Judo pasa por tu cabeza y por tu cuerpo el recuerdo de todos y cada uno de los cigarros de más.

* Tengo un paquete de tabaco sin empezar en mi mesa de noche. Me da tranquilidad tener tabaco a mano aunque NO lo fume. Siempre está ahí, a mi disposición. No fumo pero está a mano. Como la pastilla de cianuro que todo buen espía de película lleva guardada, como último recurso... por si acaso.

   De vez en cuando lo miro como Alatriste miraba la boca del cañón de su pistola, por el rabillo del ojo, como ensimismado.

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