Miércoles 10 de agosto
Como de costumbre, desayunamos en Broto.
La ruta de este día nos llevaba por varios pueblos situados en el Valle de Vió.
En primer lugar estuvimos en Fanlo y luego en Nerín. Nerín es conocido porque tiene una garganta donde mucha gente va a hacer barranquismo.
Visitamos Vió, Buerba, Puñarruego, Escalona (aquí comimos), Puértolas y llegamos a Escuaín. Todos estos pueblos son limítrofes con el Paque Nacional y se encuentran a una altura media de 1.100 metros. Eché varias fotos a las famosas chimeneas pirenaicas, tocadas en su extremo superior por el "espantabrujas", algo que se cree en la región que sirve para que las brujas y los malos espíritus No se cuelen en la casa por la chimenea.
A la tarde llegamos a nuestro objetivo "andarín" del día: el cañón de Añisclo. Ésta fue la etapa más suave en cuanto a andar. Paseamos por el cañón, que discurría pegado al rio Añisclo y vimos su ermita, hecha en piedra. Fue un paseo agradable de no más de cuatro horas, ida y vuelta.
A la vuelta, en vez de cenar en el "pueblo con encanto" de turno, nos fuimos a Casa Notario y cenamos en el jardín. La temperatura era muy buena y terminamos el día entre banderillas picantes, queso, embutido de la tierra, pan, cerveza y vino.
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