Este blog es un cuaderno de bitácora sin frecuencia de entrada regular. Según siento necesidad, escribo.
martes, 10 de agosto de 2010
La gorda
Esta mañana, camino de la playa, al pasar por el recorrido de siempre, he recordado una cosa que sucedió hace unos 25 años, más o menos. No es la primera vez que la recuerdo, cada cierto tiempo me viene a la memoria. Mi hermano y yo éramos pequeños, él más que yo, tendría (él) unos 5 años.
El caso es que íbamos toda la familia camino de la playa. Además estábamos acompañados de unos amigos de mis padres y de sus hijos, también pequeños. A la altura de dónde me ha venido el recuerdo esta mañana, estaba echada tomando el sol una señora gorda, muy gorda. Mi hermano, ni corto ni perezoso, se retira unos metros del grupo, se acerca a un par de palmos de la señora, recorre su perímetro (el de la gorda) con cara de asombro y cuando la ha circunvalado completamente exclama con voz chillona de crio: "¡¡¡¡¡¡¡¡ DIOOOUUUUUUUU QUÉ GORDAAAAAAA !!!!!"
Hay situaciones que, aunque seas un crio, sabes con toda certeza que NO acabarán bien para nadie, y esa era una de ellas. La gorda roja como un tomate (como un camión de tomates, más bien), mi padre que espantado alcanza a mi hermano y le suelta una hostia enorme, sonora, dura. Mi hermano, el pobre, que no dejó de llorar en dos horas, los amigos de mis padres con cara de circunstancias, el resto de crios que no sabíamos si reir o callarnos por si las moscas...Todavía lo recordamos los hijos de los amigos de mis padres, mi hermano y yo cuando coincidimos y nos reimos. Pobre gorda, también pensamos.
Ya no se dan hostias como esas a los crios, los traumatiza... dicen.
Pd. La imagen es un cuadro de Botero.
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Pobre mujer... pero es que los críos son así... ¡te espetan cualquier cosa en tu cara! Un besito!!
ResponderEliminarBesos guapa. Eres de las pocas que lograr hacer un comentario en el blog.
ResponderEliminarBuenos dias compi.
ResponderEliminarConfio en que este comentario llege , por que no se tengo que ser de un tormpe para esto que mira que lo intento y no hay forma.
Me encanta lo que pones en el blog una buena terapia y esta historia de la infancia esta genial ,el que no la olvidara jamas sera tu hermano jajaj seguro que cuando la recuerda aun le duele aquel tortazo pero........quien dice que no le sirvio a aquella mujer para replantearse su fisico y su salud.
Un beso campeon