martes, 16 de agosto de 2011

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Jaca. (Vol. II)

Domingo 7 de agosto 2011

Aquí empieza la faena. A ésto vinimos. El plan desde este día hasta el viernes 12 (el sábado 13 No porque es día de regreso) es simple: Desayuno muy temprano, ruta senderista todo el día (llevando la comida en las mochilas de ataque) y, al atardecer, después de seis o siete horas de senderismo, visita a uno o dos pueblos con encanto (decididos con anterioridad) tomando cervezas por sus calles y fichando un buen sitio para cenar y, por supuesto, cena en el pueblecito con encanto con vino de somontano y para casa.

Así, como digo, desde el domingo 7 al viernes 12. Seis jornadas en total aprovechadas al máximo. He comido en abundancia y, aún así, he regresado con un kilo y pico menos. Reconozco que ha resultado agotador, sobre todo las dos últimas jornadas. Yo soy un rutista nato, me gusta el fondo, o sea, el ejercicio aeróbico, rutero, prolongado y continuo, pero incluso a los fondistas como yo, seis jornadas de trekking de más de seis horas cada una y, muchas de ellas por encima de los 1.700 metros e, incluso, por encima de los 2.000 metros, nos llega a agotar.

De mis dos compañeros de viaje, Raúl es un tio fuerte, cañero, tiene un físico potente por naturaleza, yo tenía claro que aguantaría lo que echasen sin rechistar y, muchas veces, dando hachazos. Quién me sorprendió fue Argentina. Para empezar es mujer, y eso No es que sea malo, es que, por mi experiencia, No todas, ni mucho menos, aguantan un periplo semejante. Hombres tampoco lo aguantan, pero sin querer parecer machista, conozco muchos más hombres que lo aguantan que mujeres lo aguantarían o estarían dispuestas a hacerlo. No sólo aguantó, sino que No se le escuchó ni una queja y, encima, en ocasiones era la que proponía ir "un poco más allá". Desde este viaje, ha dejado de ser para mí Argentina y ha pasado a ser "Reig" (ella sabe por qué).

Entrando en harina respecto a la etapa de hoy:

Desayunamos muy temprano en el pueblo de Broto. En el bar Arazas. Desde ese día nuestro punto de partida para el desayuno. Ponen unas tostadas con tomate y un café buenísimos.

Una vez desayunamos, nos encaminamos al Valle de Bujaruelo, colindante al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y muy cerca del pueblo de Torla. Una vez en el Valle de Bujaruelo, dejamos el coche en el refugio de San Nicolás de Bujaruelo. También hay un camping.

Lo primero que vimos una vez dejamos el coche es una panorámica general del Valle (impresionante) y el Puente de San Nicolás de Bujaruelo (pongo fotos). Ese puente fue un referente para los preregrinos que recorrían el Camino de Santiago y lo sigue siendo.

La primera parte de la etapa, la hicimos por el Valle, a través de una ruta fluvial que transcurría por el Sendero GR11, a través de una hayedo impresionante y por la margen izquierda del río Ara. El final del tramo llegaba al Puente de Santa Elena ó Puente Nuevo. Dimos media vuelta y desandamos el camino hacia el Refugio de San Nicolás de Bujaruelo.

Unas fotos de este primer tramo de la etapa del domingo:











































Una vez de vuelta al Refugio de San Nicolás de Bujaruelo, tomamos unas cervezas y comimos de pic-nic. Enseguida emprendimos el segundo tramo de la jornada. Nos trasladamos en coche hasta el puente de Santa Elena (de nuevo) a través de una pista forestal por el margen opuesto del Río Ara por el que habíamos hecho la ruta de la mañana. De allí, recorrimos un sendero al conocido como Puente de los Navarros.

En total, entre la ruta del día y de la tarde, recorrimos unos 18 km.

Después, visitamos el pueblo de Broto y cenamos con buen vino de somontano. Sobre la una de la madrugada nos fuimos a Asín de Broto, Casa Notario, a ducharnos y dormir.

Una anécdota. Cuando regresamos a medio día al refugio de San Nicolás de Bujaruelo a tomarnos unas cervezas y comer, fuimos a pedir a la barra y el camarero se me queda mirando y me dice... "noto acento de sureste por aquí.." Yo le digo con cierta desconfianza (porque el jodío estaba muy serio cuando me lo estaba diciendo) "Sí, somos de Murcia, ¿¿tienes que ver con mi tierra??" Y va el tío y dice, "Pues claro, tio, si soy de Zarandona" (ya con la cara de guasa y de risa). Pues eso, nos invitó al acompañamiento de las cervezas y nos estuvo contando que se había venido a currar al fresquito, que se llama Salva y que estaba muy a gusto por el norte pasando fresco. Nosotros le contamos de dónde éramos y echamos un ratillo con él.

Unas fotos de la ruta de la tarde












2 comentarios: